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En caso de incendio en el subsuelo, el comportamiento al fuego de los suelos elevados resulta fundamental para permitir la evacuación y la consiguiente seguridad de las personas. Por este motivo, el sistema está regulado por normas europeas y se establece a través de dos parámetros: la resistencia al fuego y la reacción al fuego.
La resistencia al fuego de los suelos elevados
El estándar de referencia europeo para la resistencia al fuego de los suelos técnicos es la EN 13501-2: 2016, específicamente al Artículo 7.3.4, implementado en Italia con el Decreto Ministerial 16-02-07. El objetivo de la norma es definir un proceso armonizado para la clasificación de resistencia al fuego de los productos y de los elementos de construcción.
La norma mide la actitud de un elemento constructivo de preservar, bajo la acción del fuego, los siguientes parámetros:
R = resistencia, entendida como la estabilidad estructural del elemento constructivo de mantener la capacidad de carga bajo la acción del fuego;
E = estanquidad, entendida como retención de la llama o la capacidad de no dejar pasar, o producir, si se somete a la acción del fuego en un lado, llamas, vapores o gases calientes en el lado no expuesto;
I = Aislamiento térmico, entendido como la capacidad de reducir la transmisión de calor.
El número que sigue al código (por ejemplo, 30) indica la clase de resistencia al fuego, y corresponde a los minutos durante los cuales se debe garantizar la resistencia al fuego.
Para el suelo técnico el mínimo requerido por las regulaciones REI 30, donde 30 corresponde a los minutos durante los cuales el sistema ha cumplido con los parámetros indicados anteriormente.
La clase más alta requerida por la legislación es REI 60; en caso de resistencia de más de 60 minutos, el sistema de todos modos se clasificará como REI 60.
Método de prueba
La prueba de resistencia al fuego, en concreto, consiste en simular un incendio del suelo en un horno: cuando la temperatura aumenta (de acuerdo con la curva normalizada, el grado de calor promedio se mide en la superficie de los paneles y cuando supera los 150 ° C se evalúa el tiempo en minutos que ha transcurrido desde que se encendió el horno, siempre que se mantenga la estabilidad y la retención de la llama.
La legislación europea también prevé la presencia de una carga de 55 kg en cada panel de suelo sometido a la prueba.
Reacción al fuego de los suelos elevados
La reacción al fuego, regulada por la norma europea UNI EN 13501-1, expresa el comportamiento de un suelo elevado sometido a la ignición de una llama procedente del ambiente, con el fin de analizar su posible contribución al aumento del volumen global de un incendio.
Las clases de reacción al fuego se expresan en letras alfabéticas descendentes: A1, A2, B, C D, E F. La mejor clase es A1, que identifica materiales incombustibles, mientras que la peor es F, que identifica un material fácilmente inflamable. Para definir los suelos se utiliza una abreviatura adicional fl (suelo).
Además de la clasificación para el desarrollo y propagación del fuego, también existe una clasificación de humos mediante 3 clases: S1 baja generación de humo, S2 media y S3 alta.
Todos los paneles NESITE están certificados según la norma EN 13501-1 y clasificados en la clase Bfl-s1 (difícilmente inflamable); los paneles de sulfato también utilizan un núcleo de muy alta densidad clasificado en la clase A1 (incombustible).
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